La aparición en el entorno del santuario tardoibérico de Las Atalayuelas (Fuerte del Rey – Torredelcampo, Jaén) de una inscripción en la que se documenta el teónimo ibérico Betatun abre nuevas perspectivas en el estudio de la religión ibérica. Con el presente artículo intentamos demostrar que en el nombre de la divinidad está implícito un elemento común que lo relacionaría con una serie de topónimos e hidrónimos, tanto antiguos como modernos, y que no es otro que el agua.