“…Así, en varios de estos estudios no se observa ninguna asociación entre el uso de contactos personales y la edad (McDonald et al, 2009;Smith, 2000;Wanberg et al, 2000), el sexo (Wanberg et al, 2000), el nivel educativo (Bachmann y Baumgarten, 2012; Lai et al, 1998;Marsden y Hurlbert, 1988) o la experiencia laboral previa (Lai et al, 1998). Por el contrario, otros análisis señalan que quienes más usan los contactos durante la búsqueda de empleo son las personas con una posición más débil en el mercado de trabajo (Lin, 2000), particularmente aquellas con menor nivel educativo (Chua, 2011;Mouw, 2003) y menor experiencia laboral (Marsden y Hurlbert, 1988). En el caso de España, los trabajos publicados en los años noventa (Ibáñez, 1999;Requena, 1991a) detectaron un mayor uso de los contactos en la búsqueda de empleo entre los jóvenes, personas con bajos niveles de cualificación y bajos niveles educativos.…”