Soil–vegetation relationship in base-deficient premontane moist forest–savanna mosaics of the Venezuelan Guayana

Vegetation changes in the Neotropical Gran Sabana (Venezuela) around the Younger Dryas chron

“…These savannas form wide, and more or less continuous, treeless grasslands or in some places they are intermingled with forests, thus developing the typical forest-savanna mosaics (Huber, 1994). The dominance of savanna vegetation in a climate apparently more suitable for the development of extensive rain forests (Huber, 1995a,b) has led to several hypotheses: (i) the savannas are favoured by poor edaphic (hydrology, nutritional status) conditions (Fö lster, 1986;Fö lster et al, 2001); (ii) they are relicts of larger savanna extensions, originated in colder and drier epochs (e.g. the Last Glacial Maximum, LGM) (Eden, 1974); (iii) the savannas are the consequence of deforestation by frequent and extensive fires (Dezzeo et al, 2004); or (iv) the present savannas derive from former smaller and scattered savanna patches, the extension of which has been favoured by both climate change and fire (Rull, 1999;Huber, 2006).…”

“…This has led to the development of different hypotheses regarding the age and origin of these herbaceous ecosystems (Eden, 1974; Fö lster, 1986; Rull, 1999;Fö lster et al, 2001;Dezzeo et al, 2004;Huber, 2006). Among these proposals, those based on climatic (dryness, seasonality) and anthropogenic (frequent and extensive fires) factors are the more accepted.…”

Relaciones suelo-vegetación en una toposecuencia del Escudo Guayanés, Venezuela

“…En todo caso, el contenido de N es bajo (0.05-0.20%) a muy bajo (<0.05%) en casi todos los horizontes y es similar a lo reportado para distintos ecosistemas de Amazonas y de Gran Sabana. Los valores de C se consideran muy bajos a medios, pero son inferiores que los de Gran Sabana y superiores a los de Amazonas (Mackensen et al, 2000;Fölster et al, 2001;Dezzeo et al, 2004). Para el gradiente analizado, se considera que la acidez en las colinas y la condición de anaerobiosis del valle 2 (mencionadas con anterioridad) producen una deficiente tasa de descomposición de hojarasca, que genera un aumento de la materia orgá-nica y del carbono orgánico en esas posiciones, lo cual también fue reportado en ecosistemas amazónicos (Costa et al, 2012).…”

“…Por lo tanto, los suelos se formaron en los últimos 200 000 a 100 000 años, a partir de un sustrato previamente sometido a procesos de intemperismo, erosión, transporte y deposición. Dichos efectos han continuado y hoy se encuentran suelos ácidos, muy lixiviados, de muy baja CiC y SB% (Jordan, 1982;Fölster, 1986;Franco, 1988;Fölster, Dezzeo & Priess, 2001).En varios lugares de la Amazonía y del Escudo Guayanés se ha señalado que la cantidad de nutrientes, en el suelo mineral, no es determinante para generar una diferenciación en los gradientes de la vegetación. La nutrición de las plantas depende estrictamente del ciclo de nutrientes en el ecosistema y la exuberancia de algunos bosques se sostiene por una fertilidad contenida en la biomasa (Mackensen, Tillery-Stevens, Klinge & Fölster, 2000; Dezzeo, Chacón, Sanoja & Picón, 2004;Durán, 2011).…”

“…Por lo tanto, los suelos se formaron en los últimos 200 000 a 100 000 años, a partir de un sustrato previamente sometido a procesos de intemperismo, erosión, transporte y deposición. Dichos efectos han continuado y hoy se encuentran suelos ácidos, muy lixiviados, de muy baja CiC y SB% (Jordan, 1982;Fölster, 1986;Franco, 1988;Fölster, Dezzeo & Priess, 2001).…”