RESUMENLa distribución del color en edificios de piedra varía con el tiempo. En el pasado, el ennegrecimiento se debía principalmente a la combustión de carbón. Actualmente, se debe fundamentalmente al depósito de partículas derivadas del diesel. En el futuro, se verá modificado por la acción de la lluvia y el viento. La percepción del público sobre el ennegrecimiento depende de su distribución. Si se resaltan las formas arquitectónicas, será en general aceptable. Los umbrales de aceptación también dependen de la concentración de carbono elemental. Si la concentración es elevada, como en áreas de tráfico intenso, los edificios estarán oscurecidos y probablemente se percibirán como inaceptablemente sucios. A menores concentraciones de carbono elemental (2-3 µg m -3 ), el aspecto de los edificios es en general más aceptable. En el futuro, los cambios de color se verán favorecidos por la diferente actividad biológica, resultante del cambio climático y los diferentes tipos de contaminantes. Un proceso de amarilleamento será probablemente más relevante. Las partículas derivadas del diesel son ricas en compuestos orgánicos que se pueden oxidar a materiales similares a sustancias húmicas (HULIS) de tonos marrones.Palabras clave: pátina, distribución del ennegrecimiento, contaminación atmosférica, cambio climático, estética.
SUMMARYThe patterns of colour on stone buildings change with time. Buildings were blackened by coal soot, but now mostly diesel particles and in future, wind-driven rain may alter the patterns and oxidation of surface organics. Colouring patterns that outline or shadow architectural elements are publicly more acceptable than those that cut across them e.g. rain streaking. Thresholds of acceptability for blackening can be related to soot loading. When soot loading of the ambient air is high, e.g. near busy roads, buildings are dark and typically viewed as unacceptable. However at lower concentrations (2-3 µg m --3 elemental carbon), building appearance is typically seen as more acceptable. The future offers a potential for variation in building colour, arising through different biological growth under changing climates or the presence of different pollutants. In future urban atmospheres more dominated by organic pollutants a yellowing process may be more important. Diesel soot has many organic compounds that can oxidise to brownish-coloured humic-like (HULIS) materials.