“…En los segmentos de empleo donde se inserta la inmigración las condiciones de trabajo (salarios, jornada laboral, seguridad e higienes, etc.) han tendido a deteriorarse (Mayda, 2006;Miguélez, Recio, 2008), o bien ha comportado el aumento del empleo irregular y la economía sumergida (Reyneri, 2006), lo que actúa como una forma de dumping social porque "quema" las condiciones de trabajo, fragmenta el tejido asociativo, dificulta la acción colectiva y debilita la posición negociadora de los comités de empresa y de los sindicatos (González, 2008;Pajares, Jubany, 2011). Por consiguiente, aquellos que están en los segmentos de empleo más precarios, empleos temporales, bajas cualificaciones profesionales, bajos salarios y los desempleados, entre otros, suelen tener actitudes restrictivas y negativas hacia la entrada de inmigrantes.…”