<p>Paciente de sexo femenino de 71 años de edad con antecedentes de várices de miembros inferiores, hipertensión arterial, fue internada en el servicio de Ortopedia y Traumatología por fractura expuesta Gustillo III-A de tibia y peroné de pierna izquierdo (Figura 1 y 2).</p> <p>Al ingreso presentaba una ulcera de fondo granulante y bordes anfractuosos, indolora, localizada en pierna izquierda, de 30 años de evolución. La lesión abarcaba toda la circunferencia del miembro con disposición “en manguito” (Figura 3). La paciente refería que estaba en seguimiento por flebología en forma particular.</p> <p>Se realizó interconsulta con el Servicio de Dermatología de nuestro hospital quienes tomaron una biopsia de la lesión y arribaron al diagnóstico de úlcera de Marjolín (carcinoma espinocelular de bajo grado, infiltrante, sobre territorio de insuficiencia venosa crónica).</p> <p>Dado el antecedente dermatológico, se interpretó la fractura como patológica y, previo al procedimiento quirúrgico de la misma, se solicitaron exámenes complementarios. La radiografía de pierna izquierda frente y perfil mostró solución de continuidad ósea con imágenes radio lucidas y radio opacas en su interior, borramiento de cortical anterior, resección y calcificación periostica (Figura 1 y 2). En la tomografía computada de tórax y abdomen se evidenciaron imágenes compatibles metástasis a nivel pulmonar y hepático. En el centellograma con tecnecio-99 unido a MDP se evidenció captación patológica de radionucleido en pierna izquierda.</p> <p>Se realizó una toilette mecánico quirúrgica, se tomaron muestras óseas para descartar compromiso neoplásico y se estabilizó la fractura con un tutor tubular tipo AO (Figura 4 y 5).</p> <p>Se recibió el resultado de anatomía patológica ósea que confirmo el diagnostico de carcinoma espinocelular de grado moderado (Figura 6 y 7). Se evaluaron todas las opciones terapéuticas descriptas en la literatura, y en este caso se decidió que la mejor alternativa es la amputación supracondilea.</p>