Substance use disorder in anaesthetists: A personal perspective

Abstract

In this article, I present a firsthand account as an anaesthetist with substance use disorder who has been through rehabilitation and returned to clinical anaesthesia, followed by an overview of substance use disorder in anaesthesia. Substance use disorder is prevalent within the anaesthesia community and can result in tragic consequences, including death in many cases. The incidence is around one to two per 1000 anaesthetist years and this appears to be rising, perhaps mirroring the population-wide increase in substance use disorder as a result of the opioid epidemic. Recognising substance use disorder in a colleague and intervening to try and help them and protect patients can be immensely challenging. Carrying out a successful intervention requires careful planning and coordination in order to protect the affected individual, their colleagues and patients. Returning to clinical anaesthesia following a diagnosis of substance use disorder is also contentious, with the high abstinence rate (relative to the wider substance use disorder population) having to be balanced against the risk of death following relapse. Any return to practice must be well planned and supported, and include appropriate toxicology screening. With such measures, rehabilitation and a return to clinical anaesthesia is possible in certain cases. For the affected individual regaining, then maintaining, their professional identity can be a powerful motivator to remain abstinent. Drug diversion and substance use disorder in anaesthesia is unlikely ever to be fully preventable, but strategies such as biometric dispensing, analysis of unused drugs, random toxicology and ongoing education may help to keep it to a minimum.

Acciones claves para la prevención y rehabilitación del trastorno por uso de sustancias en anestesia

“…El individuo afectado presenta problemas de salud con pérdida de peso, síntomas de abstinencia, alteraciones siquiátricas como angustia, depresión, y pueden llegar con frecuencia a la muerte por suicidio o por sobredosis que puede ser incluso la primera señal evidente de que algo anda mal. Una característica cardinal de la adicción y el TUS es la negación, la creencia falsa de capacidad de control, el estigma social y miedo a los problemas legales y pérdida del empleo o la licencia impide que el individuo solicite ayuda oportunamente, la negación no se limita al consumidor, puede haber retardo en la identificación temprana del problema debido a una conspiración de silencio entre colegas, amigos y familiares, se presenta una natural renuencia a hablar del tema y correr riesgo de formular acusaciones falsas, la situación se percibe como demasiado compleja, la creencia de que alguien más abordará el problema, el miedo a ser responsables de la pérdida de trabajo o licencia del colega o incluso un sentimiento de lealtad fuera de lugar dificulta el reporte [3].…”

“…Se puede intentar evitar que personas susceptibles ingresen a la especialidad en el proceso de selección aplicando, por personal calificado, herramientas de detección de potenciales consumidores. Entrar al ambiente clínico colocará a personas con predisposición al trastorno por uso de sustancias o con problemas subyacentes de abuso en una posición vulnerable [3].…”

“…En el 7% al 18% de los casos, la muerte es la primera presentación del trastorno por uso de sustancias en proveedores de anestesia ya sea por suicidio o sobredosis accidental [3], estas muertes pueden ser evitadas por quienes conocen al individuo y notan señales de advertencia y se atreven a actuar a tiempo.…”

“…Por el contrario, tener la suerte de encontrar un servicio sensibilizado con una política no discriminatoria y compasiva, con procesos establecidos de intervención coordinada para proteger la seguridad del afectado durante la etapa inicial y el proceso subsecuente, mejora el desenlace y aumenta la probabilidad de recuperación [3].…”

“…El riesgo de padecer TUS es más alto en proveedores de salud que en población general (15,4% vs 12,6%) [2]. Cuando se discrimina por especialidades, los anestesiólogos se clasificaron por encima de promedio, con prevalencia del 18% [3], del total de médicos tratados en terapia por adicción en EEUU el 33,7% eran residentes de anestesiología, 7,4 veces mayor incidencia que residentes de otras especialidades [4].…”