“…Para lograrlo, es necesario emplear métodos de enseñanza-aprendizaje que ofrezcan una comprensión sistémica, un enfoque local y global, una aproximación transversal, oportunidades de participación y colaboración, trabajo creativo, experimentación y transferencia de los aprendizajes (Segalàs Coral, 2009), como, por ejemplo: el aprendizaje basado en proyectos o problemas, los juegos de simulación, el planteamiento de escenarios futuros, el desarrollo de debates o el aprendizaje-servicio (EDUCATE, 2012c; Grierson y Munro, 2018; ONU para la Educación la Ciencia y la Cultura, 2017;Segalàs Coral, 2009;Tejedor et al, 2019). Para ello, además, es imprescindible contar con los recursos del aula, con los del contexto, y con las tecnologías de la información y la comunicación (Arboleya y Dopico, 2017;Boulahrouz Lahmidi et al, 2019;Cabero Almenara y Llorente Cejudo, 2005). En particular, estos métodos favorecen la adquisición de competencias (EDUCATE, 2012c; Grierson y Munro, 2018; ONU para la Educación la Ciencia y la Cultura, 2017) a través de un aprendizaje más profundo y significativo, e impulsan, a su vez, la transformación de la enseñanza hacia una EDS y el cambio de paradigma educativo iniciado con la construcción del EEES (Aznar Minguet y Ull Solís, 2009; Mahatma Gandhi Institute of Education for Peace and Sustainable Development, 2017).…”