“…Sin embargo, en este caso los anclajes van a ser muy sensibles a la presencia de discontinuidades en la roca o a problemas de ejecución, recomendándose en general no bajar por tanto en las longitudes ancladas a distancias inferiores a 3m (Xanthakos, 1988). Barley (1988) recomienda una longitud anclada mínima de 4,5 m. Indica que tan solo es aconsejable emplear longitudes ancladas de unos 3 m en el caso de que se quiera provocar el arrancamiento del anclaje para obtener datos sobre las tensiones de corte actuantes. Longitudes de 10-12 m tan solo se recomiendan para su empleo en rocas muy débiles, como las argilitas o las pizarras, donde la elasticidad de la roca es más compatible con la deformación del anclaje.…”