“…A nivel conceptual encontramos que dentro de las diferentes esferas sociales y contextos se mantienen distintas comprensiones sobre el concepto (Messiou, 2016;Nilholm y Göransson, 2017). A nivel cultural conocemos que las reformas de alcance nacional que requiere la construcción de una educación más inclusiva pueden redefinirse o recalibrarse en los contextos locales, de modo que se ajusten a lo preexistente en los mismos (Powell, Edelstein y Blanck, 2015), generando escenarios muy dispares incluso dentro de un mismo país y con el propio horizonte inclusivo (Göransson y Nilholm, 2014;Hakala y Leivo, 2017). A nivel práctico, en los centros escolares, identificamos las complejidades que entrañan los procesos de movilización del conocimiento del ámbito investigador al práctico (Korsgaard et al, 2018) así como la dilemática y también compleja tarea que supone la creación y mantenimiento por los profesionales de la educación de la coherencia entre el discurso teórico y práctico (Naraian y Schlessinger, 2017;Messiou y Ainscow, 2020).…”