“…En este sentido, una buena reputación corporativa mejora la capacidad de atraer y retener clientes (Caminiti, 1992;Keh y Xie, 2009;Fombrun, 1996;Selnes, 1993) a la vez que incrementa su disposición a pagar precios superiores (Milgrom y Roberts, 1986a;Dowling, 2006a;Fombrun, 1996;Graham y Bansal, 2007;Klein y Leffler, 1981;Obloj y Obloj, 2006;Shapiro, 1983). Por otro lado, las empresas que poseen una buena reputación corporativa atraen a mejores candidatos para sus puestos de trabajo y cuentan con tasas inferiores de rotación del personal (Beatty y Ritter, 1986;Dowling, 2006a;Makarius et al, 2017;Turban y Cable, 2003). Asimismo, una buena reputación permite captar a proveedores y aliados en condiciones ventajosas (Chun et al, 2005), e influye positivamente en las decisiones de acreedores e inversores permitiendo a la empresa mejorar su capacidad de atracción de recursos financieros a menores costes (Beatty y Ritter, 1986;Dowling, 2006a;Milgrom y Roberts, 1986b).…”