“…En estos casos, se evalúa la gramática de las oraciones, la estructura del texto y el uso de vocabulario. Otros autores (Gómez, 2018;Signorini & Borzone, 2003) señalan que la ortografía es uno de los elementos más utilizados para evaluar los escritos en idioma español, porque, aun cuando en esta lengua existe una alta consistencia grafema-fonema, también se pueden ubicar fuentes de error para los escritores inexpertos, entre ellas, las correspondencias condicionales, por ejemplo: si el grafema <g> precede a <a>, <o> y <u> o si precede a /e/ e /i/; así como las palabras poligráficas que pueden ser escritas en distintas formas, por ejemplo: cielo, podría escribirse como sielo o zielo, mientras que lluvia podría ser escrita como yuvia, llubia o yubia (p. 13). Sotomayor et al (2017) explican que varias investigaciones se centran en la ortografía, porque esta cumple un rol social e identitario, y que la incorrección ortográfica en las prácticas letradas -como la escritura escolar, académica y laboral, o los foros públicos-, tiene una connotación negativa que alimenta prejuicios hacia quienes escriben sin apego a la norma, lo que incrementa la importancia de enseñarla a los estudiantes.…”