En este trabajo se presenta el reto que muchas veces supone conseguir un buen modelo de edad independiente en una secuencia paleoambiental. Esta aproximación pasa por la necesidad de combinar diferentes metodologías de datación, con la complejidad que esto implica. Se han seleccionado dos ejemplos de dos archivos paleoambientales muy distintos, y con cronologías muy diferentes. El registro de El Cañizar de Villarquemado, un paleolago en la provincia de Teruel, que alberga en sus sedimentos los últimos 135.000 años de historia y constituye la secuencia continental más larga y continua estudiada en la mitad septentrional de Iberia. Para poder establecer un modelo de edad robusto e independiente fue necesario combinar dataciones de radiocarbono AMS, U-Th, OSL, IRSL, paleomagnetismo y criptotefro-cronología, aunque no todas las técnicas resultaron exitosas. El segundo ejemplo se centra en el reto de datar el hielo presente en el icónico glaciar de Monte Perdido, situado en el Pirineo Central, Huesca. Este registro se consiguió datar mediante radiocarbono en diferentes tipos de muestras y aplicando las técnicas de 210Pb y 137Cs para el periodo más reciente. En ambos ejemplos, las combinaciones de métodos y tipo de muestras datadas permitieron obtener cronologías robustas gracias a una importante inversión de tiempo y financiación, siendo el resultado de la colaboración de varios equipos de investigación. En este trabajo se esbozan las dificultades encontradas en la elaboración de ambas cronologías y se presenta el resultado final, fruto de una modelización que combina las diferentes aproximaciones para obtener los modelos de edad definitivos.