Justificación de la investigaciónLa venta detallista en el siglo XXI supone hacer negocios con los consumidores en sus propios términos. Ello conlleva vender no sólo en tiendas, sino también a través de la Web, catálogos, call centers, televisión interactiva o dispositivos móviles. La preocupación inicial por el rápido crecimiento de las alternativas online ha dado paso a una comprensión de cómo los diferentes canales detallistas pueden incrementar el valor en diferentes condiciones de compra (Mathwick et al, 2002).En el actual entorno competitivo en el que se mueve el comercio detallista conviven diferentes formatos que van desde el pequeño comercio tradicional, muchas veces de carácter familiar, hasta las grandes multinacionales dedicadas a la venta de alimentación y otros productos en formato de hipermercado, pasando por los supermercados de proximidad o las cadenas franquiciadas.Además de las diferentes tipologías, se da también la convivencia de distintos canales de distribución y comunicación en los que puede estar presente el comercio minorista. Así, nos encontramos con canales físicos y canales virtuales, lo que propicia que haya empresas que tan solo tengan presencia en un único canal, en varios de ellos o en la totalidad de canales disponibles. Aparecen así conceptos como el de empresa multicanal (con presencia en varios canales) o incluso empresa "omnicanal" para referirnos a empresas presentes en todos los canales.Con la evolución de los formatos comerciales, propiciada o facilitada en muchas ocasiones por la adopción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, se está produciendo, paralelamente, una transformación de la relación entre la empresa comercial y su mercado. El consumidor actual ya no interactúa con el detallista a través de un único canal, sino que utiliza varios de los que tiene a su disposición. El paradigma de esa situación es el consumidor capaz de entrar en contacto con la empresa detallista a través de todos los canales y en diferentes momentos. En este entorno complejo, en el que la empresa interactúa con el cliente a través de numerosos puntos de contacto, no resulta extraño ver casos en los que la idea que se transmite al consumidor con respecto a lo que es el comercio, no siempre es compacta ni coherente, sino que más bien, difiere en función del canal de que se trate.Cobra especial importancia en este punto la gestión del Valor de Marca del comercio detallista. Para ello la presente tesis propone un análisis de este concepto y las diferentes variables que lo integran, a fin de llegar a conclusiones válidas que permitan ver qué peso tienen dichas variables y cómo gestionarlas, de manera que se pueda aumentar elValor de Marca del comercio minorista, haciéndolo más competitivo dentro de su entorno.Además, las tecnologías de la información y la comunicación no solo influyen en la aparición de nuevos canales, sino que también pueden propiciar la creación de experiencias de compra, tanto en el punto de venta como fuera de él, es decir, permiten la gestión de la és...