El gran historiador de la Revolución mexicana Friedrich Katz (Viena 1924-Philadelphia 2010) ha sido a menudo caracterizado como un intelectual cosmopolita. ¿Lo era? Y, de serlo ¿lo era por convicción y condición, siendo las circunstancias las que así lo moldearon, o porque fue la identidad que heredó de la vida con sus padres y que asumió con orgullo?, ¿o ambas opciones? El presente artículo sigue los pasos del joven Katz por las primeras escalas de su exilio y lo sitúa en los contextos políticos y de “familias sustitutas” del comunismo internacional y del exilio judío, entre otras. Entre el ambiente social de sus padres y su propia apropiación del universo comunista encontramos las condiciones estructurales de una identidad cosmopolita naciente.