En apenas dos años, Vox pasó de ser un partido residual desde su creación a convertirse en la tercera fuerza política en España. Aunque los motivos de su ascenso son múltiples, sus estrategias para presentarse a la opinión pública, su ideología y su discurso supone el culmen del desarrollo de distintas formas, colectivos y partidos de extrema derecha durante las últimas dos décadas. En este texto analizaremos el antifeminismo de Vox como un elemento estructurante de su ideología y como un ejemplo claro de la evolución de su discurso político respecto a la extrema derecha tradicional, a través del proceso de secularización de su concepción de las relaciones de género y de la articulación de masculinidades y feminidades de corte tradicional, adaptadas a las realidades contemporáneas.