“…Desde que se iniciaron las investigaciones para explicar el proceso de desarrollo del SQT (Paine, 1982) hasta la actualidad (van Dam, 2016) son varios los estudios que vienen recomendado la necesidad de diferenciar entre tipos o grupos de individuos con SQT (Farber, 2000;Gil-Monte, 2012;Tops et al, 2007;Vanheule, Lievrouw, & Verhaeghe, 2003) pues, aunque los profesionales que desarrollan esta patología comparten la mayoría de los síntomas, se observa que no en todos tiene las mismas consecuencias, o que su intensidad varía. Además, diferenciar perfiles en el desarrollo del SQT pueden ayudar a diferenciarlo de otras patologías con las que comparte síntomas, como la depresión (Ahola & Hakanen, 2007;Bianchi, Boffy, Hingray, Truchot, & Laurent, 2013;Bianchi, Schonfeld, & Laurent, 2015;Melamed, Shirom, Toker, Berliner, & Shapira, 2006;Tement, Pahor, & Jaušovec, 2016;Toker & Biron, 2012).…”