En este trabajo, exploramos un aspecto problemático del principal argumento a favor del antirrealismo científico, conocido como la Inducción Pesimista (IP). Nuestro análisis se centra en la observación de que quien pretenda utilizar la IP como un argumento efectivo debería tener, en primer lugar, buenas razones para confiar en la inducción como forma de razonamiento ampliativo. Ello supone tomar posición respecto del llamado problema de la inducción y de las posibles estrategias para solucionarlo. Sostenemos que las posibles estrategias del defensor de la IP frente al problema de la inducción conducen a compromisos más fuertes que aquellos que pretende evitar con su argumento. Si bien esto no constituye una refutación de la IP ni de las posibles formas de antirrealismo que sustenta, afirmamos que pone al antirrealista en una aparente inconsistencia pragmática respecto de la adopción de compromisos metafísicos y metodológicos que dificultan la defensa general de su posición.Palabras clave: Realismo científico. Inducción pesimista. Problema de la inducción. Empirismo constructivo.