“…Los teóricos de las bibliotecas y las organizaciones bibliotecarias perciben este servicio como un valor añadido a la labor intermediadora entre los contenidos informativos y el usuario que tradicionalmente hacían, y parte de un compromiso compensatorio que asumen frente a la desigualdad digital. Ponerlo en práctica, además, es una oportunidad para las bibliotecas, que pretenden ser más relevantes en el contexto de la sociedad-red y ser reconocidas como actores clave en las políticas de educación, inclusión digital e integración social (Lison, Reip, Huysmans, & Mount, 2016) para conseguir comunidades más integradoras y mejor conectadas (Mersand et al, 2018).…”