Se propone un marco interpretativo para estudiar la manera en que Israel intenta crear capacidad de asombro en audiencias globales a través de redes sociales en lo que defino como política de seducción. La evidencia se tomó de 20 reels de Instagram de la cuenta @nataliafadeev, que presenta a una cosplayer, influencer de armas y reservista de las Fuerzas de Defensa de Israel que ha construido un discurso en el que el militarismo israelí se representa como un producto consumible y sexualizado, y como una práctica de banalización de la violencia. Los resultados revelan cómo esta visualidad emergente es una herramienta que publicita el relato dominante de la ocupación israelí de Palestina en las plataformas digitales, mientras fetichiza la cultura palestina.