“…La investigación revela que los adolescentes con dificultades interpersonales se perciben menos asertivos (Beidel, Turner y Morris, 1995;Clark, et al, 1994;Crozier, 1995;García-López, Olivares, Hidalgo, Beidel y Turner, 2001), se valoran con menos capacidad para relacionarse con el otro sexo (Clark eí al., 1994;Inglés et al, 2000;La Greca y López, 1998), experimentan más miedo a hablar en público (Essau et al, 1999;Inglés eí al., 1999Inglés eí al., , 2000Martínez, Méndez, Hidalgo e Inglés, 1999), informan menos aceptación y apoyo de su grupo de compañeros (Inderbitzen et al, 1997;Walters e Inderbitzen, 1998), y presentan relaciones más conflictivas con los padres (Openshaw eí al., 1992). Por otro lado, también se ha hallado con muestras adolescentes que las dificultades interpersonales correlacionan positivamente con introversión y neuroticismo (Furnham, 1984;Furnham y Gunter, 1983;Gismero, 2000;Rolf, 1972;Silva y Martorell, 1987;Young y Bradley, 1998). Por tanto, se plantean las hipótesis de que los adolescentes con fobia social generalizada, miedo a hablar en público, introvertidos, inestables emocionales, presentan mayores dificultades interpersonales que los adolescentes sin fobia social generalizada, sin miedo a hablar en público, extravertidos, estables emocionales.…”