El propósito del presente artículo es demostrar que la Helena de Homero no es un híbrido humano-no humano, a pesar de que en la Ilíada y la Odisea el poeta parece reacio a elegir entre su origen divino, por un lado, y su apariencia y comportamiento humanos, por otro. Helena aparece en la literatura como hija de Zeus, hermana de gemelos semidivinos y esposa y madre de mortales. Supuestamente, fue la causante de la Guerra de Troya. Resulta irrefutable que ella se muestra como el centro de atención en sus acciones y discursos, ya que mientras actúa y habla, Helena es un par de los dioses, que no toma en cuenta seriamente a los mortales. Intentaré demostrar que la incapacidad del poeta para distinguir claramente entre los distintos personajes delata su predilección implícita por Helena como diosa disfrazada, más que como ser humano sobrenatural. La tradición y la recepción posteriores han reconocido que Helena funciona como una divinidad.