“…El tratamiento del síndrome de Gilles de la Tourette debe considerar las áreas en las cuales el paciente presenta mayor disfuncionalidad; de esta manera, existen diferentes abordajes para aminorar sus síntomas, sin embargo, rara vez se pueden eliminar completamente los tics (Calderón-González & Calderón-Sepúlveda, 2003); así, cuando la enfermedad interfiere de manera importante en la calidad de vida de los pacientes es preciso recurrir al tratamiento farmacológico (Tijero-Merino, Gómez-Esteban & Zarranz, 2009). Los neurolépticos han demostrado ser los más efectivos en el proceso de intervención médica, especialmente el haloperidol y el pimozide (Miranda, 2000;Jankobic, 2001), aunque producen efectos secundarios como la sedacción, aumento de peso, somnolencia, hepatotoxicidad, entre otros (Tijero-Merino, Gómez-Esteban & Zarran, 2009), pese a esto, pueden manejarse iniciando su consumo gradualmente y reduciendo las dosis cuando se empiecen a ocasionar tales efectos (Jiménez-Genchi, Ávila-Ordóñez, Félix-Orta, Ballesteros-Montero, 2011; National Institute of Neurological Disorders and Stroke, 201).…”