Resumen • En Miltín 1934 de Juan Emar se despliegan dos concepciones de lo sublime. Un sublime hecho estereotipo, un arte para el buen burgués, inscrito dentro de una estética mimética de corte naturalista. Emar realiza una sátira de este tipo de arte y de la crítica de arte nacional que imperaba en la época. Su apuesta vanguardista promueve una estética de lo sublime como negación del efecto referencial y apertura a lo impensado foucaultiano. Esta estética en Miltín 1934 se configura como la tentativa de una escritura imposible y un esbozo de una poética de lo fluídico-inusitado, propuesta que Emar desarrollará a cabalidad en su obra póstuma Umbral.