“…Según la Asociación Brasileña de Productores de Aceite de Palma (ABRAPALMA), en 2014, el área plantada en la mesoregión nordeste paraense era de 178,073 hectáreas, de los cuales 30,461 estaban en 1,124 unidades campesinas por medio de la integración a la agroindustria de la palma (ABRAPALMA, 2014 La monopolización se describe como un proceso continuo de pérdida de la autonomía campesina, en la cual estos sujetos van perdiendo la libertad de plantar lo que quisieran en su propiedad porque ahora necesitan seguir las directrices repasadas por la agroindustria; es decir, interfiriendo en el proceso y en el ritmo de su trabajo y de su familia, alterando la lógica interna de la unidad campesina. Asimismo, la producción de la palma en la unidad campesina ha significado una alteración en el sistema de producción familiar, introducción de maquinarias y agrotóxicos, disminución en las áreas de rozas y producción de la yuca (Silva & Navegantes-Alves, 2017b); se presenta un cuadro de desproporcionalidad de incentivos públicos en relación con la producción de la palma y la producción de cultivos de alimentos, como la yuca, se tiene como resultado que la primera tiene mayor adhesión de los campesinado y, consecuentemente se presenta una disminución de la producción de alimentos (Mota et al, 2015).…”