“…Al implantarlas, los resultados de satisfacción concuerdan con otros estudios (Grabowski, Heely, y Brindley, 2008), proporcionándoles la ayuda adecuada para superar las materias. Además, el empleo de técnicas variadas y cercanas, las respuestas ajustadas y clarificaciones por parte del mentor, como afirmó el 83% del alumnado con diversidad funcional, crearon un ambiente de cordialidad y seguridad entre ellos, debido seguramente a factores como la confianza (St-Jean y Audet, 2009) o la confidencialidad, y el tiempo dedicado a las sesiones (Illes, Glover, Wexler, Leung, y Glazer, 2000), lo cual supuso un incremento en sus competencias (p.e., habilidad de gestión de la información, conocimientos generales básicos de estudio, planificación y gestión del tiempo, entre otras), al igual que en otros estudios (Clayton, Bringle, y Hatcher, 2013;Fernández, Arco, Hervás, y Delgado, 2018;Hervás et al, 2017).…”