“…Ésta implica la articulación de actuaciones de ámbito multidisciplinar con el fin de dar respuesta a los problemas derivados de la victimización, es decir, atender a los efectos psicológicos, sociales, jurídicos y económicos como consecuencia de los hechos delictivos. Por tanto, a través de estas actuaciones de ámbito multidisciplinar se pretende minorar las consecuencias de la victimización primaria y prevenir la victimización secundaria (Barberet, 2006;Landrove, 1998;Pérez Ribas, 2017;Rodríguez Puerta, 2006;Tamarit Sumalla, 2006;Villacampa, 2010). A estos efectos, y ligado al nacimiento de la citada victimología de acción, la normativa internacional y comunitaria inciden en la necesidad de crear y desarrollar diferentes recursos de apoyo de ámbito psico-social y jurídico para contribuir a la eficacia de dichos procesos de desvictimización.…”