“…Sin embargo, aunque tales indicaciones existen, su disponibilidad no ha sido trasladada a los procesos asistenciales del sistema sanitario público español. Como afirman Escudero et al 6 , el problema del tratamiento intraarterial es que requiere una importante infraestructura con personal médico altamente entrenado y especializado y su mayor limitación es la escasa disponibilidad de un servicio de neurorradiología intervencionista de guardia. Este hecho confirma la )discriminación negativa del tratamiento del ictus agudo, con clara desventaja en infraestructura y recursos humanos cuando se lo compara con la enfermedad coronaria*.…”