“…La revolución tecnológica y las variaciones en los mercados globales orillan a las empresas a focalizar sus esfuerzos en la mejora de su competitividad, siendo trascendental para ello, la mejora de sus operaciones mediante la intervenciones e interacciones en SCM, entregando valores agregados que contribuyen a la generación de una ventaja competitiva [8], la cual Porter (1980) detalla que está ultima está enfocada en cinco fuerzas impulsoras de los rendimientos marginales [9][10], abordadas desde: la teoría de la ventaja competitiva basada en el mercado, y la basada en los recursos [11], siendo esta última, el amparo para el análisis de las empresas de clase mundial del HPM, dado que la aplicación del LP se basa en la reducción de los desperdicios y costos, mejor aprovechamiento de los recursos, entre otros. El término "empresas de clase mundial" fue utilizado por primera vez por Hayes y Wheelwright en 1984 [12] quienes dieron origen a este término después de analizar las prácticas de manufactura de las firmas Alemanas, Japonesas y Norteamericanas, en una serie de dimensiones compuestas por prácticas de manufactura tales como [12]: Justo a tiempo, Sistemas pull, Retroalimentación, Propiedad del equipo, Control de los procesos, lean manufacturing, Administración de la calidad total (TQM), Mantenimiento productivo total (TPM), basadas en la administración estratégica, costos, mejora continua y desperdicios [13] para generar una ventaja competitiva [14,15].…”