“…Dadas las características predominantes asociadas con el complejo turístico, la pregunta sigue siendo: ¿qué impactos socio-territoriales se derivan de la instalación y el funcionamiento de estos complejos inmobiliarios? La literatura internacional señala, entre otros, los siguientes impactos: pérdida de cobertura vegetal y degradación del suelo (Casas-Betrán, & al., 2013), cambios en la estructura demográfica/ etaria, segregación física y social (Morote & Hernández, 2016), demandas crecientes de servicios públicos y privados básicos (Akyol & Cigdem, 2016), déficit hídrico, división entre formas de vida entre el habitante local y el nuevo residente (Palafox-Munoz & al., 2014), nuevos comportamientos turísticos (Tomàs, 2011), eliminación de efluentes sin tratamiento previo y descomposición de los destinos turísticos debido a la pérdida de calidad ambiental (Demajorovic, Aledo & Kondo, 2011), erosión / degradación costera (Oeuslatim, 2010;Burt, 2014) e incluso, impactos sobre zonas de reserva ecológica (Salinas;. En Brasil, la región noreste atraviesa un proceso de fragmentación económica y, al mismo tiempo, su litoral está especializado en términos de actividad turística (Dantas, 2019).…”