La ingeniería mecatrónica, desde sus orígenes, tiene una naturaleza transdisciplinaria enmarcada en la sinergia de las disciplinas que la conforman y cómo estas independientemente no solucionan problemas de manera óptima, como si lo hacen cuando se integran y a su vez conducen a nuevos conceptos reflejados en el diseño de productos y procesos mecatrónicos caracterizados por su autonomía, versatilidad, adaptabilidad, inteligencia y concurrencia de sus funciones sistémicas. Históricamente, el concepto de mecatrónica en el mundo se ha visto marcado por la dificultad para definir con precisión como se desarrolla la sinergia entre las disciplinas que la conforman, siendo allí donde se originan distintas tensiones que manifiestan mayor o menor grado de aportación de las disciplinas por separado posibilitando dos eventos, uno la interrupción o la restricción a la transdisciplinariedad, lo que conduce al desarrollo de productos modulares con separaciones marcadas en las partes que los constituyen; es decir, que se pierda el verdadero grado de innovación tecnológica; por otra parte, las tensiones entre las disciplinas provocan el dialogo y el trabajo desde las fronteras del conocimiento persuadiendo a traslapar conceptos y metodologías propios de las disciplinas que posibilitan la generación de nuevos conceptos y nuevas áreas de conocimiento para desarrollo de ciencias de la ingeniería, diseños y productos mecatrónicos.