“…Las migraciones en Colombia ejemplifican en buena medida todas estas tendencias, a la par que presentan destacadas peculiaridades que las distancian de las movilidades del resto de países de la región, entre ellas su modelo de urbanización con varios destinos frente al modelo de concentración de otros países latinoamericanos y la vinculación entre los patrones de movilidad y la evolución del conflicto político. Para dar cuenta del incremento de los volúmenes y de la diversidad de los flujos migratorios que alcanzó Colombia en fechas recientes (Guarnizo, 2006;Mejía Ochoa, 2012), numerosas investigaciones y publicaciones 4 abordaron las migraciones internas (Adams, 1969;Galvis Aponte, 2002;Murad Rivera, 2003;Martínez Gómez, 2006;Ruiz Ruiz, 2008;Silva Arias y González Román, 2009), los desplazamientos internos forzados (Pécaut, 2000;acnur, 2003;Sánchez y Díaz, 2005;Jaramillo, 2007;Albuja y Ceballos, 2010;Ruiz Ruiz, 2011;Soledad Suescún y Egea Jiménez, 2011;Silva Arias, 2012), las migraciones internacionales (Cárdenas y Mejía Mantilla, 2006;Guarnizo, 2006;Khoudour-Castéras, 2007; Botón Goméz y González Román, 2010;Mejía Ochoa, 2012;Silva y Massey, 2015;Córdoba Aldana, 2016) y los refugiados. Estos trabajos tratan de dar una idea del tamaño de los diferentes flujos y sus causas, y analizan ciertas características de estos -el sexo y la edad, en la mayor parte de los casos-, aprovechando al máximo las fuentes de datos existentes (censos, registros administrativos y otros).…”