“…Por su parte, el cuerpo está marcado internamente por un fuerte torneado, en ocasiones también insinuado al exterior, donde resulta habitual la presencia de grumos de arcilla.En la misma línea, a las diferencias técnicas entre las diversas partes del cuerpo, corresponden igualmente diferencias de tamaño, de tal forma que, mientras que el grosor del borde es homogéneamente de 3-5 mm, el de la base puede llegar a los 10-12 mm, haciéndolo particularmente apto para garantizar la seguridad de contenido durante el transporte.Por lo demás, aun cuando se trata de una producción heterogénea en lo que respecta a sus dimensiones o al grosor de sus paredes, su altura suele situarse entre los 18 y 22 cm, de tal forma que los recipientes más grandes tienen una capacidad de entre 120 y 140 ml, en tanto que los más pequeños, de entre 80 y 100 ml 51 .En lo referente a la composición de la pasta, a partir de una observación macroscópica en espera de análisis petrográficos más depurados, las piezas cartageneras pueden dividirse en dos grupos que significativamente se corresponden con las dos variantes morfológicas diferenciadas para la terminación del pivote. Así, si bien ambos grupos presentan arcillas de matriz uniforme sin apenas inclusiones significativas -dado que las altas temperaturas de cocción conllevan una vitrificación que dificulta la identificación-, cabe diferenciar entre una mayoritaria serie de piezas donde encontramos partículas blanquecinas de tamaño pequeño y medio con frecuencia baja, que se asocian a pastas de coloración mixta y pivote algo insinuado, y otro grupo más minoritario, donde se encuentran ausentes aquellas partículas, con pastas de coloración uniforme y pivote escasamente desarrollado, una terminación apenas del cuerpo ahusado.En uno y otro grupo se encuadran también algunos ejemplares con componentes algo más diversos: en el caso de la primera serie, se trata de aquellos en los que se puede rastrear la presencia de rocas metamórficas o ígneas básicas; en la segunda, de otros donde existen vacuolas, testimonio de inclusiones orgánicas, si no simplemente del proceso de cocción y la generación de burbujas, totalmente ausentes en las restantes piezas, aunque tampoco excesivamente raras para estos ungüentarios, donde en ocasiones, como ocurre con algunos de los ejemplares de Hie-47 Se trata de las propuestas, respectivamente,de Lochner et al (2005), p. 648 yCottica (2000Cottica ( ), p. 1002 Cf Cottica (2000). fig.…”