18RESUMEN OBJETIVO: El objetivo del presente estudio fue determinar la frecuencia de prescripción, consumo y prevalencia de automedicación de los inhibidores de la bomba de protones en pacientes atendidos en los Centros de Salud de Ludo y Cuchil, pertenecientes al cantón Sigsig -Azuay -Ecuador, durante el año 2016.
MÉTODO:Estudio descriptivo transversal realizado con todos los pacientes quienes a la fecha de la consulta médica se encontraban consumiendo o tuvieron prescripción de inhibidores de la bomba de protones (IBPs). Se estudiaron las características socio-demográ-ficas de la población, fármaco utilizado, indicaciones para su prescripción, prevalencia de automedicación y su relación con el género, edad, escolaridad y auto identificación étnica.
RESULTADOS:Se revisaron 4758 pacientes, 228 pacientes ingresaron al estudio (4.79 %). La edad media fue de 48 ±20 años, las mujeres representaron el 73.25 %. El Omeprazol fue utilizado en el 96 % de los casos. La prevención de lesiones por AINES fue la principal indicación para el uso del medicamento. La prevalencia de automedicación fue de 31.58 %, existiendo relación con la edad mayor a 60 años (RP: 4.13; IC-95 %: 2.68-6.38) y la escolaridad primaria o inferior (RP: 4.87; IC-95 %: 2.22-10.68).
CONCLUSIÓN:La frecuencia de prescripción y consumo de inhibidores de la bomba de protones fue de alrededor del 5 % de los pacientes estudiados. El Omeprazol fue el IPB de uso más frecuente. Existe una relación de riesgo y asociación entre la edad superior a 60 años y el nivel de escolaridad (primario o inferior) con la frecuencia de automedicación. (PR: 4.13; Los IBPs son medicamentos que actúan inhibiendo de manera irreversible la enzima H/K-ATPasa de las células parietales presentes en la mucosa del estómago.
*DESCRIPTORES DeCS
OBJECTIVE: To determine the frequency of prescription, consumption and prevalence of self-medication of proton pump inhibitors in patients who attended to Ludo and Cuchil Health Centers during 2016.
METHOD:Están indicados en enfermedades relacionadas con la secreción áci-da gástrica, así como para la prevención de gastropatías secundarias a fármacos. Su efecto es más prolongado en comparación con otros antisecretores gástricos debido a que la inhibición irreversible de la enzima requiere la síntesis de nuevas bombas de protones para reestablecer la producción gástrica [2].Su empleo de manera empírica y masiva ha ocasionado que se estudien con mayor detalle los efectos secundarios asociados a su consumo prolongado, sobretodo en pacientes adultos mayores que por sus comorbilidades y polifarmacia son más vulnerables a efectos no deseados e interacciones farmacológicas, entre las que se han descrito el aumento del riesgo de fracturas osteoporóticas, déficit de hierro y vitamina B12, neumonía, hipomagnesemia, entre otros [3].En Estados Unidos, durante el año 2009 existieron 119 millones de prescripciones de IBPs, evidenciándose un sobreuso de entre un 30 % y 60 %, siendo injustificada su prescripción en el 62 % de los casos [4].El consumo de IBPs a ni...