“…Los resultados más comunes en diversas investigaciones realizadas en España, Chile y México tienen que ver con la falta de límites, específicamente en el tiempo de conexión y los contenidos a los que se exponen los niños, las niñas y las adolescentes, con una mínima presencia de los padres y de las madres en dicha actividad (Arnaiz, Cerezo, Giménez & Maquilón, 2016;Berrios-Valenzuela, Buxarrais-Estrada & Garcés, 2015;Moreno, León & Contreras, 2014;Ponce de León, Rivas & Castillo, 2016;Sureda, Comas & Morey, 2010); a excepción de los padres de familia con hijos con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, que mostraron un mayor grado de acompañamiento y de regulación (Arrizabalaga, Aierbe & Medrano, 2010). Los padres catalanes que, a pesar de entregar un teléfono inteligente a sus hijos a manera de recompensa o refuerzo por el buen comportamiento y/o el rendimiento académico, restringen el acceso a Internet, tanto en los contenidos como en el tiempo (Contreras, García & González, 2015).…”