“…En este sentido, el neuromonitoreo se refiere a un grupo de técnicas que procuran información multimodal: dinámica intracraneal, hemometabolismo cerebral, neurofisiológica, biomarcadores y neuroimagenológicas, con el objetivo de detectar de forma oportuna los procesos patológicos que se presentan de manera dinámica en estos enfermos y propiciar una línea de retroalimentación que guie el tratamiento, favoreciendo una terapéutica más efectiva 15 . A pesar de que en la práctica cotidiana de cualquier centro de neurotrauma, la técnica de neuromonitoreo más empleada es sin duda la evaluación de los cambios estructurales del encéfalo con la aplicación de estudios secuenciales con Tomografía Computarizada (TC) de cráneo, no existen hasta el momento guías, basadas en evidencias científicas robustas, que homogenicen la forma de aplicarla; hecho que motiva que en la mayoría de los grupos se realice siguiendo criterios individuales o por consenso de un conjunto de facultativos 12,13 . En tales circunstancias es imprescindible la creación de tecnologías organizacionales, con mayor alcance metodológico y que se adapten a los contextos locales.…”