“…En estudios longitudinales y transversales se ha encontrado que el consumo de estas drogas en edades tempranas predice el uso simultáneo de opiáceos, así como el desarrollo de trastorno por uso de opiáceos en la adultez (Schepis & Krishnan-Sarin, 2008;Storr, Westergaard, & Anthony, 2005;Wu, Schlenger, & Ringwalt, 2005). Los cambios neuropsicológicos relacionados con el uso de inhalables son mediados por las características del contexto psicosocial, como la historia de consumo de drogas en la familia, un nivel socioeconómico bajo (Nonnemaker, Crankshaw, Shive, Hussin, & Farrelly, 2011) y la comorbilidad con trastornos mentales (Takagi, Lubman, & Yucel, 2007;Vaughn, Perron, & Howard, 2007;Wu et al, 2005). Como pasa con otras drogas, pero en mayor medida, los adolescentes consideran el uso de inhalables como un medio de escape de la realidad, así como una herramienta para socializar (Siegel, Alvaro, Patel, & Crano, 2009).…”