El presente trabajo aborda la presencia de estancias subterráneas en las viviendas romanas. Estas habitaciones estuvieron destinadas, en la mayoría de los casos, a soportar los rigores estivales en las regiones mediterráneas, aunque en ocasiones también llegaron a emplearse como lugares de almacenaje. Al tratarse de aposentos cuyo uso estaba destinado, primordialmente, al descanso del dominus y de su familia durante el verano, hemos preferido denominarlas como aestiva loca, tal y como se mencionan en las fuentes clásicas. En los trabajos sobre arquitectura doméstica hispanorromana estas habitaciones han pasado prácticamente desapercibidas, salvo en contadas excepciones. Aquí presentamos un catálogo de las estancias que hasta el momento hemos podido reconocer, dado que la mayoría de ellas cambió de funcionalidad con el paso del tiempo, por lo que su identificación se hace muy compleja. Hemos podido identificar dos grupos, uno de ellos muy semejante a los loca aestiva del Norte de África o Italia, y otro, concentrado al este de la submeseta norte. Estos últimos podrían ser simples sótanos.