“…Con respecto a la diferenciación entre la comunicación con la madre y con el padre, los resultados obtenidos apoyan la idea de que aún hoy en países como España y México, la madre sigue siendo el principal activo del funcionamiento familiar y sobre la que gira la construcción de la identidad de los hijos (Fuentes, Motrico, & Bersabé, 2003). También se ha constatado en recientes estudios (Estévez, Emler, Cava, & Inglés, 2014;Sánchez-Sosa, Villarreal-González, Ávila, Jiménez, & Musitu, 2014;Varela, Ávila, & Martínez, 2013) una mayor influencia de la figura del padre en la conducta violenta de los adolescentes cuando las relaciones no son positivas. Del mismo modo, mientras la relación con el padre es relevante tanto para chicos como para chicas, la calidad de la relación con la madre, y, específicamente, la existencia de una comunicación positiva entre madre e hija, parece disminuir la implicación de las chicas en la violencia relacional (Carrascosa, Cava, & Buelga, 2015).…”