RESUMENUn malestar planea sobre los denominados "estudios de fronteras" (border studies). Se sitúa a un nivel político tanto cómo teórico, en una vacilación normativa que impide a la disciplina diferenciar entre formas espectaculares de fronterización que sólo reproducen la función represora de fronteras (ie, Yo/Otro), y las que apuntan a roles alternativos para prácticas fronterizas de índole más transductora y mediadora de las relaciones socio-espaciales. Avanzando por un camino menos transitado, este ensayo se propone explorar la segunda opción repensando la relación geo-histórica entre Europa y América Latina en cuanto al desenvolvimiento de una "frontera letrada". Inspirado por la obra de Ángel Rama, el autor desvela una fronterización comparativa incesante, con origen en los primeros tratados y mapas coloniales entre poderes europeos, cuyos ecos poscoloniales siguen resonando en una dialéctica fronteriza interna/externa entre ambos continentes. Por medio de un "ritmo-análisis" fronterizo y transatlántico, el artículo concluye proponiendo otra forma de ver las fronteras entre Europa y América Latina, no tanto cómo líneas separadoras entre entidades geopolíti-cas fuertemente diferenciadas, sino como horizontes que demarcan una modernidad co-producida y compartida.Palabras clave: estudios de fronteras; frontera letrada; Europa-América Latina; ritmo-análisis; modernidad compartida; horizonte. _____________ * Agradezco la hospitalidad vital que brindaron Heriberto Cairo Carou y María Dolores Lois Barrio a este "comunardo holandés" al ofrecerle la oportunidad de presentar este trabajo ante un público iberolatinoamericano simpático y caluroso (Seminario Internacional: Reconfiguraciones Geopolíticas y Modernidad Global: América Latina y Europa en Perspectiva Comparada). Envío un "thank you" muy británico a David Slater, con quien (aparentemente) comparto "horizontes" y "deseos" profesionales insospechados. ¡"Mavericks" of the world unite, David! Las ideas contenidas son frutos cosechados a través de largas y amenas charlas entre María Lois y el autor, construidas paso a paso sobre el puente hermoso que se va tendiendo entre Nijmegen y Madrid, hacía horizontes todavía no imaginables.