“…A finales de 1990 la posibilidad de publicar en esferas locales y regionales era escasa, el acceso a bibliografía continuaba siendo limitado, las crisis económicas reducían los viajes y subsidios de investigación. Sin embargo, estos espacios críticos se afianzaron en forma de mesas de discusión, simposios, trabajos de campo conjuntos y publicaciones (ver, por ejemplo, Alburquerque et al, 1998;Agostini, 2002;Curbelo, 1999;Funari, 1997Funari, , 1999Funari, , 2001Funari & Zarankin, 2004;Lima, 1996Lima, , 2002Reis, 2005;Souza, 2002;Symanski, 2003;Tocchetto et al, 2001;Zarankin, 1994Zarankin, , 1999Zarankin & Senatore, 1997. Estos fueron organizados en leguas castellana y portuguesa y no todos dejaron fehaciente registro escrito de su materialización.…”