Infundadamente se han mencionado a los murciélagos como los portadores del SARS-CoV-2 y como los causantes de la actual pandemia COVID-19, sin embargo, ellos nos proporcionan grandes beneficios y servicios como depredadores de insectos transmisores de enfermedades y plagas de nuestros cultivos, como polinizadores y dispersores de semillas, entre otros servicios ambientales. Los responsables de muchas enfermedades infecciosas somos nosotros al destruir los bosques y sustituirlos con enormes sistemas de producción agrícola y ganadero, y con el comercio ilegal de fauna silvestre, estamos provocando las crisis que actualmente nos aquejan. Las zoonosis como la malaria, el dengue, la rabia, la fiebre amarilla, etc., existen desde nuestro origen. Frente a la Covid-19, el objetivo de este artículo enfatiza que los murciélagos no son los responsables de la pandemia. No se ha encontrado el SARS-CoV-2 en murciélagos, el contagio de la Covid-19 es entre humanos. Destruir refugios de murciélagos o matarlos es perjudicial para los ecosistemas, para nuestra salud, economía y bienestar.