“…Estas dinámicas han permeado el ámbito educativo, mediante acuerdos de internacionalización, que promueven la homologación de procesos, convalidación de títulos y competitividad de las Instituciones de Educación Superior (IES). De esta manera, diversos autores refieren la migración de prácticas de gestión del contexto industrial o empresarial al contexto educativo, que implican la adopción de discursos sobre calidad, estandarización, eficiencia y sostenibilidad (Blanch, 2014;Charles, 2015;Ellis, Mc-Nicholl, Blake y McNally, 2014;García, 2013;Hermanowicz, 2016;Kalleberg, 2009;Parker, 2014;Sin y Neave, 2014;Wiepcke, 2009). Los efectos derivados de estas prácticas han sido asociados con la mercantilización e instrumentalización de la educación y del conocimiento (García, 2013;Maués, 2010), dando lugar a un fuerte cuestionamiento sobre la autonomía universitaria y la libertad de cátedra (Andrews y Higson, 2008;Bentley y Kyvik, 2011;García, 2013;Lynch e Ivancheva, 2015;Moreau y Leathwood, 2006;Wiepcke, 2009), con implicaciones sobre el tipo de formación y el encargo social de las instituciones educativas.…”