“…El sujeto de ReSEd, de acuerdo a lo manifestado en la defi nición, mantiene una actividad propia o relacionada (receptividad/ reactividad) con el objeto, siendo sus características esenciales desde este punto de vista el de ser por un lado un agente o actor de responsabilidad social y por el otro el realizador de actos, acciones y actividades socialmente responsables, que en el caso de la educación podría clasifi carse de la siguiente forma: La ReSEd cuenta con múltiples sujetos, fundamentalmente la familia, el centro educativo, las organizaciones de ocio y negocio, y el Estado (Bryan, 2005;Sheldon, 2003;Huss, Bryant, y Mulet, 2008;Minke y Anderson, 2005;Sanders, 2008;García Ruiz y Sánchez Barea, 2013) cada uno de acuerdo a sus recursos y niveles de responsabilidad, deberán estar comprometidos en dar respuesta al objeto, cuyo benefi ciario será la persona, la comunidad y el entorno social y natural. En los últimos años se han multiplicado los estudios que buscan relaciones constructivas entre los sujetos de la ReSEd (Van Velsor y Orozco, 2007;Boyd y Crowson, 2001;Epstein y Sanders, 1998;Hands, 2005;Mawhinney, 2002;Muijs, 2008;Portes, 2000;Sanders, 2001;Strike, 1999;Strike, 2002;Epstein, Galindo y Sheldon 2011;Tate, 2012) Al referirnos a habitar no lo hacemos como recurso literario, sino considerándo-lo como el concepto más apropiado para explicar la situación estable y sostenible en que debe vivirse la ReSEd. La Responsabilidad Social no es un accesorio, una estrategia de márketing o una acción extraordinaria de benefi cencia.…”