El equilibrio entre los fenómenos atmosféricos sinópticos y la brisa marina puede influir profundamente en la circulación en las regiones costeras. En este artículo se describen los patrones cuasi permanentes de dicha variabilidad en el campo de vientos de superficie de la Península de Yucatán. Para lograr esto se realizó un análisis de funciones empíricas ortogonales complejas (CEOF) sobre 10 años (mayo 2007-mayo 2017) de modelaciones de vientos en superficie del modelo North American Mesoscale Forecast System (NAM). Se aplicó un filtro paso alto/paso bajo a las series de tiempo obtenidas del CEOF, para estudiar el comportamiento temporal de alta y baja frecuencia de los modos. Los resultados muestran que, de octubre a marzo, los frentes fríos dominan en dos patrones diferentes (dos primeros modos), lo cual amortigua los vientos locales que muestran una mayor amplitud durante la noche (brisas de tierra) que durante el día (brisas marinas). La influencia de los sistemas tropicales al final de esta temporada, aunque menor, es notable (tercer modo). De abril a septiembre, la península está dominada por brisas marinas acentuadas sobre la plataforma occidental (primer modo), mientras que las brisas terrestres exhiben una menor dominancia que las brisas marinas (tercer modo). En este periodo, los frentes fríos y los sistemas tropicales (modo 2) ejercen una influencia más suave sobre los vientos locales. Un fenómeno distintivo visto en las altas frecuencias del segundo modo durante este periodo es la ocurrencia de brisas marinas en toda la península. Los resultados de este trabajo tienen implicaciones importantes para la dispersión de contaminantes atmosféricos, la generación de oleaje por el viento y la erosión costera, entre otros.