En las últimas dos décadas, el cultivo de maracuyá ha adquirido gran importancia, como lo demuestra el incremento sostenido del área de siembra, el aumento de la productividad, los avances tecnológicos y la generación de numerosos puestos de trabajo. El sistema de tutorado, también llamado de soporte, está estrechamente vinculado con la productividad y calidad de la fruta, información que no está disponible para la Orinoquía colombiana. En los municipios de Granada y Lejanías se identificaron huertos de maracuyá (Passiflora edulis f. flavicarpa Deg.) con diferentes sistemas de tutorado: espaldera simple (ES), espaldera en T o mantel (T), y espaldera total o barbacoa (ET). Con base en la norma técnica colombiana (NTC 1279), una vez se inició la producción, se tomaron registros semanales del volumen de producción, teniendo en cuenta las calidades: primera, segunda e industrial. Las variables analizadas fueron: distancia de siembra, densidad de siembra (plantas/ha), duración del ciclo de producción (meses), productividad (kg ha-1) y calidad del fruto (%). Se evidenció que el sistema de espaldera simple (ES) presentó importantes ventajas comparativas, como mayor productividad (30,5 t ha-1), con 73% de fruta de primera calidad, seguido del sistema T o mantel con 22,8 t ha-1, con 55% de fruta de primera calidad y, finalmente, el sistema de espaldera total (ET) con 19 t ha-1 y con 39,7% de fruta de primera calidad. En cuanto a la duración del ciclo del cultivo no se encontraron diferencias significativas. Se confirmó que el sistema de espadera simple ofrece las mayores y mejores ventajas competitivas, permitiendo mayor densidad de siembra, aumento en la ventilación del cultivo, menor autosombreamiento, mayor eficiencia fotosintética, menor incidencia y severidad de plagas y enfermedades, además de facilitar prácticas como mecanización, polinización asistida, poda, mayor eficiencia de los controles fitosanitarios y menor requerimiento de insumos de síntesis química.