La Teoría del Actor-Red (ANT) se ha presentado como un enfoque alternativo y novedoso en los estudios sociales de la ciencia y la tecnología, pues hace una inversión de la visión constructivista predominante. Afirma que las redes de artefactos no serían un producto o recipiente del contenido social, sino que son estos elementos los posibilitadores de las asociaciones y la vida social, esto es, una especie de «giro copernicano» en los estudios sociales. Por ello, propone un principio de simetría generalizado en que los actantes no-humanos (artefactos, guiones, textos, etc.) poseen la misma capacidad agente que los actores humanos. Esto le ha costado una serie de críticas que ponen en duda la conveniencia y capacidad explicativa de esta teoría. En este artículo se revisan y comparten algunos aspectos de estas críticas, y pretende resaltar los aspectos propositivos de la ANT para los estudios de cultura material y filosofía de la técnica.
En el artículo defiendo que no es adecuado ver la relación hombre-tecnología como un enfrentamiento, en el sentido de que la tecnología está condicionando la existencia humana a tal punto que se ha salido de control y está destruyendo los rasgos humanos más sobresalientes. Con esto no quiero decir que haré un elogio acrítico a la tecnología, pero sí quiero mostrar algunos puntos débiles de las corrientes pesimistas de la filosofía de la tecnología. Consecuente con mi defensa y siguiendo una idea del filósofo español Fernando Broncano, sugeriré una visión menos anti-tecnológica, que concilia el hecho de que ya no somos animales viviendo libremente en la naturaleza y que las posibilidades de nuestro desarrollo tecnológico, más que determinadas, están abiertas.
La aparición de la fotografía en Francia cambió drásticamente el arte pictórico del siglo XIX en Europa, y por esto, algunos artistas y críticos como Charles Baudelaire, criticaron fuertemente el invento como herramienta artística o como arte mismo pues iba en contra de su teoría mnemónica del arte. La historia mostró que la fotografía no acabó con la pintura, sino que, por el contrario, le abrió a esta última nuevas posibilidades técnicas y artísticas además de cambiarle la tarea, a la pintura y al dibujo, de representar la realidad óptica visible. Se muestra con este ejemplo una vez más de cómo los desarrollos tecnológicos cambian profundamente las concepciones del mundo y de los valores de la vida humana.
Este artículo hace parte de los resultados de la investigación La Naturaleza Dual de los Artefactos Técnicos del INSTITUTO TECNOLÓGICO METROPOLITANO. El programa The Dual Nature of Technical Artifacts-DNTA señala que los artefactos técnicos, tienen una naturaleza dual, por un lado, están inmersos en el mundo físico, constituidos de materia actuando bajo leyes causales. Por otro lado, fueron concebidos por agentes con fines, funciones y propósitos persiguiendo suplir una necesidad o deseo. Este programa es sugestivo e interesante, pero parece tener un lastre de atomismo. Se afirma que nada puede ser artefacto sin los humanos, en consecuencia, no pueden existir artefactos aislados pues son creaciones concebidas en redes. Se intenta mostrar que este programa debe incluir los lazos de la compleja red técnico-social en la que vivimos los humanos.
El artículo defiende que si se hace una naturalización del estudio del conocimiento, como por ejemplo desde la biología evolutiva, se conduce a la relatividad de la percepción y consecuentemente a la relatividad del conocimiento y de la ciencia. Luego, la naturalización de la epistemología trae como consecuencia la aceptación y afirmación del relativismo epistemológico y muestra supuestos implausibles de las posturas realistas y positivistas del conocimiento, que afirman que existe una realidad única y un carácter acumulativo de las ciencias.
scite is a Brooklyn-based organization that helps researchers better discover and understand research articles through Smart Citations–citations that display the context of the citation and describe whether the article provides supporting or contrasting evidence. scite is used by students and researchers from around the world and is funded in part by the National Science Foundation and the National Institute on Drug Abuse of the National Institutes of Health.