Este estudio intentará demostrar cómo, a lo largo de las Historias de Heródoto, los nombres propios tienen una función narrativa importante y constituyen no sólo un recurso prominente del arte literario del autor, sino también de su método de concatenación y ordenamiento de la información. Los significados de los nombres funcionan como microrrelatos paralelos al relato en que se insertan y contribuyen a estructurar algunos elementos de la configuración histórica de la narración. Después de algunas reflexiones sobre los inicios de la filología en las Historias y sobre cómo los juegos etimológicos constituyen una prolongación y un complemento de la vocación filológica del historiador, se presentarán cuatro casos de nomina loquentia en los que los nombres funcionan como cápsulas de significación que articulan literariamente ciertos episodios de la narrativa histórica y ayudan a jerarquizar e interpretar las distintas versionesde los acontecimientos.
En el presente artículo se discuten brevemente las tres variantes, ofrecidas por la tradición, del adjetivo que califica ἀληθείη en el fr. DK28 B1.29 de Parménides, es decir, εὐφεγγέος, εὐπειθέος y εὐκυκλέος, buscando sobre todo aclarar la última de éstas. Dicha lectura ha sido acogida por algunos editores del Poema no sólo por ser considerada la lectio difficilior (así ya desde Diels), sino también debido a la autoridad de quien la ha transmitido, Simplicio, y a la conexión que emerge con la imagen de la esfera del fragmento B8. Se presenta a continuación un breve estudio sobre el adjetivo εὔκυκλος y su significación en la poesía arcaica griega y finalmente se intenta dar una posible respuesta a la pregunta de por qué la diosa habría calificado de “bien redonda” la verdad.
scite is a Brooklyn-based organization that helps researchers better discover and understand research articles through Smart Citations–citations that display the context of the citation and describe whether the article provides supporting or contrasting evidence. scite is used by students and researchers from around the world and is funded in part by the National Science Foundation and the National Institute on Drug Abuse of the National Institutes of Health.