Hablar de la Neumología moderna en Colombia y de la Fundación Neumológica Colombiana es hablar de Darío Maldonado Gómez. Nacido en Pamplona, Norte de Santander, llegó a Bogotá siendo un adolescente, cuando sus padres se vieron obligados a salir de su ciudad natal hacia la capital, con todos sus hijos, producto de la violencia encendida a finales de la década de los 40´s. Con el ejemplo de su padre, Darío Maldonado Romero, médico que se especializó en la lepra y consagró sus esfuerzos al desarrollo de políticas de salud pública. Así, con la ambición de aprender y apropiar la ciencia, el arte y el humanismo que sustentan la medicina, ingresó a la Universidad Nacional en Bogotá y obtuvo su título de médico en 1959. Su ánimo de aprender y de poder ofrecer siempre las mejores opciones a sus pacientes, lo llevaron pronto a Chicago y Milwaukee, Estados Unidos, donde, en la década de los 60´s, se entrenó en Medicina Interna y Neumología con el profesor Gordon Snider, pionero y figura de la Neumología moderna en el mundo.
Resumen La tuberculosis (TB) es la causa más frecuente de muerte por un microorganismo bacteriano específico, causando 1,3 millones de muertes al año. Las alteraciones inmunológicas juegan un papel importante en su desarrollo (1-2). Actualmente las causas de inmunosupresión que favorecen el desarrollo de la (TB) son la infección por el virus del VIH, la desnutrición y el envejecimiento. La diabetes mellitus tipo 2 (DM) presenta una pérdida de la inmunidad, aumentando el riesgo de infección y el desarrollo de enfermedad tuberculosa o su reactivación endógena (3). Los macrófagos tienen un papel protagónico en este proceso debido al deterioro en la capacidad de fagocitosis, opsonización, producción anómala de peróxido de hidrógeno (H2O2) y mal funcionamiento de receptores Fc para el complemento C3; todos estos mecanismos contribuyen a la respuesta, control y destrucción del M. tuberculosis. La pérdida de estas funciones en las personas diabéticas favorece una creciente asociación con la TB que ha adquirido carácter de epidemia (4-5).
Muy importante y bien documentado su Editorial, “La aplicación del conocimiento” (1), en el cual analiza un estudio publicado recientemente en New England Journal of Medicine sobre el uso de oxígeno en pacientes con EPOC e hipoxemia moderada (2) y su dudosa aplicabilidad a grandes alturas, y hace énfasis en la necesidad de investigar localmente acerca de problemas cotidianos en salud. El ejemplo es muy apropiado puesto que los criterios de oxigenoterapia a largo plazo (OLP) en pacientes con EPOC fueron definidos a nivel del mar y cerca del 20% de la población colombiana reside por encima de los 2.500 metros. Al respecto, aportamos la siguiente información: 1. Una de las clasificaciones de altitud más recomendadas (3) define grandes alturas como aquéllas situadas entre 2.500 y 3.500 metros sobre el nivel del mar. Bogotá, a 2.640 metros, es la ciudad más poblada del mundo situada a gran altura (México D.F. está a 2.240 m). 2. El estudio sobre valores normales de gases arteriales en adultos sanos en Bogotá (n=374) (4), en preparación para publicación, muestra que una saturación de oxígeno entre 89 y 93%, definida como hipoxemia moderada en el estudio analizado en su Editorial (1, 2), está en rangos de normalidad para la altitud de Bogotá. 3. Como usted lo plantea (1), se desconoce si los criterios de OLP en EPOC definidos a nivel del mar son apropiados a gran altura. Basados en el estudio sobre gases arteriales normales en Bogotá (4) y en la observación de que un grupo significativo de pacientes con EPOC, residentes a esta altura, con presión arterial de oxígeno entre 50 y 55 mmHg no exhiben signos de hipoxia crónica, particularmente hipertensión pulmonar, planteamos un estudio experimental multicéntrico, coordinado desde la Fundación Neumológica Colombiana, para evaluar si se puede hacer un ajuste (punto de corte más bajo) de los criterios de OLP a gran altura (≥ 2.500 - ≤ 3.500 m). El estudio fue aprobado a comienzos de 2016 por COLCIENCIAS (335972553295) y se encuentra registrado en Clinical Trials (www.clinicaltrials.gov) (NCT03020212). Tendrá una duración de 36 meses y se espera que a comienzos de la siguiente década se tengan resultados que den respuesta a la pregunta planteada en su Editorial. 4. Como información relacionada, un análisis colaborativo (BOLD, PLATINO, EPISCAN y PREPOCOL) recientemente publicado, comprueba que no hay asociación entre altitud y prevalencia de EPOC (5) como lo había sugerido el estudio PREPOCOL previamente.
INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOSLos virus respiratorios son la causa principal de las crisis de asma en niños y adultos. Mycoplasma pneumoniae (MP) ha sido relacionado con la exacerbación del asma, aunque su papel en las crisis sigue siendo controvertido. Nuestro objetivo fue determinar la prevalencia de infecciones por virus y MP mediante técnicas moleculares en niños de 2 a 15 años con crisis de asma que consultaron a los servicios de urgencias y consulta prioritaria de dos instituciones de salud en Bogotá, y establecer diferencias entre grupos en las variables severidad de la crisis, necesidad de hospitalización, estancia hospitalaria y edad.MATERIALES Y MÉTODOSEstudio analítico transversal en niños de 2 a 15 años con crisis de asma. Incluyó análisis de datos demográficos y clínicos y de pruebas moleculares (reacción en cadena de la polimerasa [PCR], PCR de transcripción reversa [RT-PCR] y secuenciación) usadas para la detección y tipificación de MP y virus ADN y ARN. Se compararon grupos con y sin MP y virus mediante pruebas de Chi cuadrado, Fisher y t de Student.RESULTADOSSe incluyeron 169 niños. Prevalencia de virus: 83,4%: rinovirus: 71,6% (subtipos C: 47,7%; A: 20,6% y B: 3,4%); Influenza A: 27,8%, VSR: 8%, Parainfluenza 1: 5,3%, no se detectó Parainfluenza 2; Parainfluenza 3: 1,8%; hubo 3 casos (1,8%) de enterovirus tipo 68. Prevalencia global de MP 12,4% (IC95%: 7,4-17,5), de 2 a 5 años: 18,2% (IC95%: 8,7-27,6) y en mayores de 5 años: 8,7% (IC95%: 3,2-14,3) (p = 0,07). Se halló coinfección con más de un virus en 18 pacientes; todos los niños con MP presentaron infección mixta con algún virus. Hubo un porcentaje menor de niños con MP en los que estaban recibiendo un corticosteroide inhalado (38,1% vs 68,2%, p = 0,007) en los 6 meses previos. No hubo diferencias entre los grupos con y sin MP o con y sin virus en cuanto a la hospitalización, la severidad de las crisis, el uso de esteroides sistémicos o antibióticos. MP circuló en diciembre de 2011 y enero-febrero de 2012; la circulación viral ocurrió durante todo el período con picos entre mayo-junio de 2011 y febrero de 2011 y de 2012.CONCLUSIONESLa infección por virus y por MP y la coinfección virusvirus y virus-MP es frecuente como desencadenante de crisis de asma en niños. Los rinovirus fueron los agentes virales más frecuentes. La distribución de casos sugiere patrones estacionales. La coinfección virus-MP sugiere que los virus pueden predisponer a la infección por MP.
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