Bien conocida es la fortuna del personaje del rufián y su modo de vivir en los siglos XVI y XVII. Como materia literaria, dio los primeros pasos hacia finales del XV en unas coplas reales octosilábicas de Rodrigo de Reinosa y en La Celestina 1 , y luego, a lo largo del XVI, entroncó con la picaresca. Su consolidación definitiva no se realizaría, sin embargo, hasta el primer decenio del XVII, cuando apareció el libro titulado Romances de germanía de varios autores con su bocabulario al cabo por la orden del a, b, c, para declaración de sus términos y lengua, impreso en Barcelona a nombre de Juan Hidalgo 2 * University of North Carolina at Chapel Hill 1. El Cortaviento de Rodrigo de Reinosa en un Razonamiento por coplas en que se contrahace la germanía y fieros de los rufianes y las mugeres del partido; e de vn rufián llamado Cortauiento; y ella Catalina Torres Altas y el Centurio de La Celestina suponen las primeras manifestaciones de la figura del rufián. Sobre el debate relativo a la génesis de la materia germanesca, véanse Cossío (1945: 9-70); Gilman y Ruggerio (1961: 255-284); Sánchez (1990: 600).2. Poco se sabe de Juan Hidalgo. En el Discurso preliminar a su edición crítica de Rinconete y Cortadillo de Cervantes, Francisco Rodríguez Marín informa que era negociante toledano establecido en Sevilla y que publicó como suyos los romances y vocabulario del sevillano Cristóbal de Chaves, quien, antes de ordenarse sacerdote en 1598, desempeñaba sus funciones de procurador en la Cárcel Real de Sevilla precisamente cuando Cervantes estuvo en ella. Chaves, fallecido en 1602, es el autor de las partes primera y segunda de la Relación de lo que pasa en la cárcel de Sevilla (1591 y 1592), obra de tema muy afín a la germanía (1905: 209-220). La usurpación descarada era, según Rodríguez Marín, el motivo de la impresión del Vocabulario y los Romances de germanía en Barcelona, puesto que "en Sevilla, donde algunos curiosos conocían las composiciones y el Vocabulario de Chaves, se hubiera hecho muy público y escandaloso el gatuperio, mayormente, cuando no diputaban a Juan Hidalgo por nada poeta ni afecto a la germanía " (1905: 219). Los lingüistas César Hernández Alonso y Beatriz Sanz Alonso anotan que el propio Chaves, al final de la segunda parte de su Relación, dice que tiene escrito un vocabulario de la germanía. Asimismo, demuestran que hay determinados términos de la germanía que sólo figuran en la Relación y en el Vocabulario, por lo que presentan